[ La Historia de Charlotte / Whitechapel Room Escape ] Cuando el pánico se apodera de todos los que entran a este barrio (Noviembre 2018, Barcelona)

Sábado 10 de noviembre de 2018. Quinta parada de la ruta Voy a hacer que sientas miedo.

"No he vivido otra experiencia parecida", "He vivido una experiencia de terror total", "Vi ojos de terror" y cosas así están en el audio que me mandaron la gente de El Goblin Lerdo tras salir de jugar Whitechapel Room Escape hace unas semanas en Barcelona. Todo esto se resumía en un "Tienes que reservar", así que me tocaba convencer al grupo de amigos con los que estaría estos días para añadir una nueva sala de terror a nuestra estancia. Me costó un par de días lograrlo pero lo hice y reservé. A la hora indicada, que era la de comer por lo que hicimos antes un previo en un bar cercano, nos presentamos en su puerta. Así comenzaba nuestra aventura en el famoso barrio londinense. Un viaje en el espacio, que no en el tiempo, hasta el barrio de Whitechapel con la misión de ayudar a Charlotte.

Yo empiezo a pensar que lo mío es un poco de masoquismo

"En 1888, en un famoso barrio londinense llamado Whitechapel, ocurrieron una serie de asesinatos cometidos por Jack el Destripador. Ahora, 130 años después, un asesino le está haciendo tributo y causando el caos siguiendo los pasos del mismísimo Jack. En nuestro Room escape os retaremos a descifrar una serie de enigmas que desafiarán vuestra inteligencia, imaginación y cooperación además de poner a prueba vuestros miedos. Ingenio, colaboración, perspectiva... Todos los sentidos deben estar alerta, cualquier pequeño detalle puede ser primordial para superar el desafío"

Es conocido que al llegar a Whitechapel nos vamos a encontrar con Sam, un peculiar personaje, que se encarga de introducirnos en toda la aventura. En ocasiones viene acompañado por otro ser más pequeño -que esto si que da mucho miedo, llegué a preguntar si era un robot pero no, se movía- que acrecienta el mal rollo. Sam nos enseñará que cosas hay por Whitechapel. Ya veníamos un poco tensos por todo lo que había escuchado hablar del lugar y, por supuesto, cogimos el modo "Terror" [El modo "Misterio" juega más a insinuar y en ningún momento se ve a ninguno de los habitantes del barrio].

¿Será que Jack el Destripador ha viajado en el TARDIS hasta nuestro tiempo?

Así comienza el juego, casi con un juego, para meterte de lleno en este barrio tan peculiar. Lo primero que impresiona es que el barrio está muy bien recreado. Realmente es un decorado espectacular... Claro, que todos sabemos que un decorado espectacular sin nada más [Hola Refugio] no vale absolutamente para nada. Tranquilidad porque iremos poco a poco descubriendo que es lo que sucede con Charlotte si es que conseguís mantener esa tranquilidad que a medida que va pasando el juego se va perdiendo.

Esto es lo que hubiéramos dicho sino fuera porque vi aparecer y desaparecer personas cual David Copperfield

Whitechapel hace que tengamos que hacer diversos juegos, buena parte de ellos encajados en la historia y en las ubicaciones en las que vamos a estar. Son un elemento más al que hay que destacar la inmersión absoluta con los momentos de puro terror que hemos llegado a vivir en este barrio donde también existe un acompañamiento musical. Esto incluye que la persona del grupo que no tenía miedo, al que denominamos "Machote" por dicha característica, llegara a no querer pasar por un pasillo y tener que empujarle. Así vivimos momentos de auténtico pánico que a veces no sabes ni de donde venían esos momentos ("Pero porque estamos gritando sin sentido y agachados") y otros que sí ("Yo por ahí no paso")... Como bien me dijo alguien: Esto es como un slasher en toda regla.

Basado en hechos reales. No por el cadáver, por la carrera

Todo funciona perfectamente como una película de terror en toda regla [al estilo de La Juguetería Maldita de The Witching Hour Escape, Ouija de Horror Box o El Cóctel del Doctor de Insomnia Corporation pero con una mayor intensidad... que ya es decir] y la cosa es que cuando no te das cuenta estás en una situación de estado de estar atento que quizás nunca había tenido hasta ese momento aunque tengas que correr, gritar y descubrir cosas. 

Aquí hace mucho que no limpian ¿Eh? Está todo manga por hombro

Conseguimos conocer todo lo necesario. Salimos. Algunos acabaron tirados por los suelos tratando de recomponerse de toda la experiencia vivida. Porque saben muy bien jugar con el inicio, el nudo y el desenlace y todo el estrés de conseguir pistas, no caer en el pánico, separarnos, juntarnos... Total, un chochi enorme que tuvimos encima.

Confieso una cosa a mejorar

Cosas a mejorar:

- Entendemos que la gente es responsable y que el equipo de Whitechapel también lo es por lo que pudimos comprobar en nuestras propias carnes sabiendo con quien juega y como lo hace en cada juego, pero quizás dejar explicado en la web bien claro que es lo que puede suceder en su interior en el modo "Terror" no estaría de más... Tranquilidad, nada raro, pero sí una explicación en la sección de FAQs por si os pilla gente muy sensible.

- La forma en la cual hay algunas pistas, que además te dan información de la historia, se podría hacer más currado, una mejor tipografía utilizada y más volumen. 

- Ha pasado más de una semana y todavía no han subido la foto de equipo. Bad.

- Montar el club de fans de Sam... Perdón, que ya lo tiene.

¡Qué bien nos lo pasamos?

Pros:  

- Isaac y Josep, sus creadores. A vuestros pies.

- Nunca lo había pasado tan mal en una Escape Room de terror, mis berridos aún deben de estar dando vueltas por sus salas cuales fantasmas encerrados.

- Sam, el personaje que nos introduce en el juego, que con su forma de hablar y de contarnos las cosas se convierte en un elemento fundamental del juego.

- La ambientación está hecha al detalle, hay un montón de cosas para mirar, rebuscar y todo encaja con el lugar donde nos encontramos. 

- La inclusión de elementos que uno podría pensar que no son del juego pero si que lo son.

- La capacidad de adaptarse a como es cada grupo. El nivel de terror que son capaces de aceptar. El Goblin Lerdo me dijo que no se cebaban con los que lo pasaban muy mal y sufrían de verdad. Eso es un punto muy a favor.

- El uso de una palabra clave para parar el juego en caso que haya una excesiva tensión por parte de algún jugador. Hay que pasarlo mal pero sin que se nos vaya de las manos.

- Que haya baño en el interior del juego e integrado con Whitechapel.

Cogiendo este gif sobre personas que dan a los gays todo lo que quieran,
Whitechapel Room Escape dan a los amantes del terror todo lo que desean

Conclusión: Si os mola el terror, pasarlo mal y jugar un poco al límite, Whitechapel os va a dar lo que estáis buscando.

Whitechapel Room Escape es pura diversión, diversión de pasarlo mal. De jugar a pasarlo mal. De ir poco a poco, de momentos de pánico. De tensión y del disfrute. Pero tienes que saber a lo que vienes a jugar y dejarte llevar. El disfrute de pasarlo muy mal y romper con tus propios límites. 

Whitechapel Room Escape

Carrer de les Acàcies, 23-25. Barcelona [Metro más cercano: Maragall, Líneas 4 y 5]

Puedes reservar en su página web

Bonus Track: La gente de las Escape Room suele ser la mar de maja y entregada. Muchas veces te ayudan a recomendarte nuevas salas o, como los de Whitechapel, que si vuelvo por Barcelona a indicarme una nueva ruta para jugar... pero también son solidarios: Se han creado unas chapas de Sam, el personaje de Whitechapel, que se venden a 2€ y cuyo beneficio se invertirá en pienso mantas y cosas de necesidad para ayudar a tantos y tantos animales que se abandonan en nuestras calles, en este caso para Associació Vilanimal  Podéis saber un poco más sobre esta iniciativa en el Club de Fans de Sam.

Se pueden comprar después de la partida en Whitechapel, o sino todos los días a las 19:30 y a las 21:30, excepto miércoles en el propio local. También las tenéis disponibles en Escapa del Miedo (en el mismo horario que Whitechapel); Bar Eloy (De lunes a sabado de 9 a 21h, Carrer de Sant Tomàs, 27, 08222 Terrassa, Barcelona) y Tienda Agua de Mayo (De lunes a sábado de 9:30 a 13:00 y de 17:00 a 20:00. Carrer Verge de Montserrat, 17, Canovelles, Barcelona).