[ Cosas que he aprendido tras jugar 100 Escape Rooms ]

No me estoy poniendo en modo interesante, es que había visto algo extraño en el techo*
Hace unas semanas decía que, entre que "la vida no está mal, pero me quita tiempo para otros temas vitales" - que cantan Detergente Líquido en Demasiado bruto para el indi- y la búsqueda de Escape Rooms que me motivaran a jugar, no sabía si iba a llegar a la sala 100. Pero así ha sido. La primera vez fue a lo grande una de las salas que se considera más difíciles de Madrid, y la número cien fue una experiencia donde el azar puede hacer que tu destino cambie. En todo este tiempo he aprendido muchas cosas, aquí van algunas de ellas:



El WTF de la primera vez que no entiendes muy bien de que va todo

La primera vez, como todo en esta vida, marca: La primera paja, la primera relación sexual, el primer Lorazepam... No iba a ser menos una sala de Escape. En mi caso, nos quedamos a la mitad pero nos dio igual, las sensaciones fueron de querer jugar más. Tanto fue que un amigo y yo nos fuimos a buscar una segunda sala para jugar en ese día.

Cuando una sala pasa con más pena que gloria. NEXT!

Hay salas que no merece la pena mencionar: Justo eso fue la segunda sala. Sin haber jugado más que una ya se nota cuando un Escape Room flojea por todos lados. A veces lo mejor es el silencio, ya lo decían en Mujeres Desesperadas "Lo opuesto al amor no es el odio, es la indiferencia, y si me odias es que te importo". La invisibilidad de una sala de escape puede acabar siendo su desaparición.

Voy a jugar una sala de escape. Ahora dos en un día ¿Nos vamos de ruta por Barcelona?

Te enganchas de la forma más natural: Las salas de escape segregan alguna sustancia en el cuerpo, seguramente que una de ellas es la adrenalina, por lo que si una vez has jugado una quieres jugar más: Estás perdido. Ya vas a intentar jugar todo lo que puedas o más. Felicidades, bienvenidos a mi mundo.

Calidad: Inmersión, Jugabilidad y trato

Igual que te engancha, te puedes volver más exigente: Aunque hay muchos jugadores que hacen todas las salas que pueden y más, a algunos llega un punto en el cual buscas siempre un "algo" diferente. Esto no significa que tenga las pruebas más tecnológicas, ni la ambientación más espectacular pero si que tenga algo por lo que se diferencie y llame la atención. 

Ansiedad, quedas liberada por un rato. Vete a tomar una cerveza

Te libera de la ansiedad: Es curioso porque una sala de escape genera la sensación de estar 60 minutos, o el tiempo que corresponda, completamente desconectado de la realidad y sus problemas. La mente se concentra en los problemas que tiene delante, porque nuestro cerebro no distingue entre realidad y ficción por eso el vivir en primera persona una experiencia de este tipo nos libera.

Mira, soy una sala de primera generación y me convierto en una sala inmersiva con una experiencia intensa

La transformación progresiva del concepto Escape Room: Si nació como una habitación con cajas de la que había lograr escapar, actualmente las salas de escape están virando hacia el concepto de una experiencia. Buscar dejar un recuerdo a los jugadores.

Una experiencia marca como la relación de los protagonistas de Brokeback Mountain

Hay experiencias que dejan marca: Hay varias salas que, cuando recuerdas sus partidas, tienes momento muy claros que revisa tu mente con una sonrisa (o con mal rollo) y eso al final es lo que va a hacer que pasado el tiempo sigas hablando, o no, de una sala. Desde mayordomos y señores malvados, a ciegos anfitriones de un barrio de Londres pasando por fantasmas jugueteros o secuestradores maromazos. Todos ellos siguen en mi memoria.


Si recordáis Scavengers: 1) Sois mayores, 2) Eráis frikis desde pequeños

La sensación de ser protagonista de un programa de televisión de los 90: Ains, si es que aquellos que veíamos La Noche de los Castillos, Scavengers, El Gran Juego de la Oca, o más pequeños El Rescate del Talismán nos permite vivir el sueño que muchos teníamos: Participar en un concurso como ese. Las salas de escape nos permiten ser los protagonistas.

"¿Me puedes recomendar una sala que sea difícil y con nivel de terror "me pueden desgarrar un brazo? Gracias"

La dificultad, como el terror, es subjetivo: Hay salas que hay gente que le parecen muy fáciles y tú vas sintiéndote en plan "Pero ¿Y esto como lo comienzo yo?". También sucede al revés... pero es como el terror "¿Esa sala da mucho miedo?". Pues mira, dependiendo de tu sensibilidad, tu cabeza y a lo que estés acostumbrado. Si ves gore, a lo mejor una sala de terror te parece un paseo por Disneyland.

A esto se le llama hacer las cosas con amor

Sabes cuando se pone mimo y trabajo en una sala: Sí, se nota. Es algo como el amor, sabes que está ahí. De nuevo no es necesario algo espectacular pero cuando alguien ha montado una sala con mimo, la sensación que da es que todo funciona porque así ha querido su creador. Así os vais a encontrar con salas de escape que son auténticas joyas... Igual que sabes cuando a alguien se la pela bastante y se cree que esto es como montar otro negocio de lo que sea.

Cuando menos te lo esperas, en la situación más insospechada... ¡ZAS!

La venganza es un plato que se sirve frío: Los locales con salas de escape también realizan otro tipo de juegos como de rol en vivo o competición... Sobre experiencias que marcan, y esos instantes, este mensaje va dirigido a una persona que sabe perfectamente quien es ¡Mi muerte no fue en vano! ¡La venganza sigue pendiente! PD: T.Q.

Cuando un grupo de jugadores deja tarjetas de su blog

Sirve para conocer gente: Ya seas jugador que investigas por las redes como si escribes un blog, tienes una cuenta de Instagram, como si eres de los que te apuntas a eventos grupales... es una forma estupenda de sociabilizar con otras personas que les gusta lo mismo que a ti. Incluso que hay gente que a veces te reconoce (Saluditos al chico de ayer. Sonrisa pérfida). Así he conocido a gente tan maja como El Goblin Lerdo, Escapa2, Gatomantes o EscaZapistas.

La amistad era para siempre, que lo cantaban las Spice Girls. Sino mirad Spiceworld

Forja amistades (o las rompe del todo): Es una excusa estupenda para jugar con los amigos, viajar con ellos y hacer cosas juntos. Realmente, y teniendo en cuenta que a mí me ha pillado ya en la segunda parte de los 30 años, es una forma de seguir haciendo actividades diferentes.

Vamos a jugar (Plas, plas) tus problemas déjalos...

Puedes volver a jugar como cuando lo único que importaba era eso: Una Escape Room rompe con esa regla "no escrita" que se ha vivido en las últimas generaciones que ser adulto significa que tienes que comprarte una cosa, tener un trabajo en el que estés bien situado, casarte, tener hijos y morir. Las Escape Rooms nos permiten volver a jugar, con todo el derecho del mundo, ser como una especie de niños que descubren las cosas por primera vez.

*Foto de cabecera: Test de Ratas de Biblioteca de Action House, sala 101

Comentarios

  1. Porque no dejamos de jugar cuando nos hacemos viejos, nos hacemos viejos cuando dejamos de jugar 😉

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